
El diplomático, quien asumió su cargo en junio de 2024, destaca los avances en energías renovables, la colaboración científica y los proyectos conjuntos en la Antártica.
Con motivo del Día Nacional de Francia, que se celebra cada 14 de julio, el embajador de Francia en Chile, Cyrille Rogeau, conversó con El Desconcierto sobre los principales ejes de la cooperación bilateral entre ambos países.
¿En qué consiste la relación entre Francia y Chile respecto a energías renovables? ¿Cuáles son los proyectos más importantes?
Chile es un socio estratégico para Francia en América Latina, como lo demuestra la amplia presencia de empresas francesas en el sector de las energías renovables, como Engie, EDF y TotalEnergies para citar las más grandes, pero también pymes como CVE, Akuo Energy o Langa International. Compartimos con Chile las mismas ambiciones climáticas, y mantenemos una estrecha cooperación en materia de transición energética y desarrollo de energías limpias.
Engie y EDF, cuarto y quinto productores de energía en Chile, llevan a cabo proyectos de gran envergadura. El año pasado, Engie puso en marcha en la región de Antofagasta el sitio BESS Coya, la planta más grande de baterías de América latina. Este proyecto permite responder a uno de los principales retos energéticos del sistema eléctrico chileno, a saber, el almacenamiento de la energía generada. Otro ejemplo emblemático del compromiso con la transición energética del país es la planta solar CEME 1 de EDF que es la más grande del país.
Las empresas francesas intensifican también sus inversiones para la producción de H2 verde y sus derivados. TotalEnergies y EDF anunciaron inversiones de 15 y 10 millones de dólares en la región de Magallanes para la producción de hidrógeno bajo en carbono y la exportación de amoníaco, con aplicaciones en el sector del transporte o de la minería verde.
Chile es uno de los países prioritarios para las inversiones francesas. ¿Cuáles acuerdos relevantes en innovación tecnológica nos puede mencionar?
La presencia de empresas francesas en Chile no se limita a las inversiones de los grandes grupos, sino que las pymes francesas también son muy dinámicas en el país. Gracias a fondos públicos franceses, se ha inyectado un total de 2,4 millones de euros en tres años para permitir el despliegue de soluciones innovadoras en el sector energético y minero chileno.
La empresa Micr’eau instaló generadores que funcionan con hidrógeno en minas de Enami, en la región de Antofagasta. La empresa Ecosun Innovation inauguró un campo fotovoltaico autónomo en el Liceo Técnico de la Isla de Pascua. Son soluciones impulsadas por pymes francesas y orientadas al desarrollo sostenible de lugares aislados.
Existen numerosos acuerdos bilaterales para reforzar la innovación tecnológica que contribuyen a estructurar y reforzar esta colaboración, la cual también se apoya en la importante presencia del CNRS (Centre National de Recherche Scientifique) en Chile, a través de varios laboratorios y proyectos internacionales en ámbitos como las matemáticas, la astronomía y la biología marina. Chile cuenta también con la presencia de Inria Chile, el único centro internacional de Inria (Instituto Nacional de Investigación en Ciencias y Tecnologías Digitales francés), establecido en Chile desde 2012.
A modo de ejemplo, el dispositivo Eureka Network Projects permitió lanzar una convocatoria de proyectos entre ambos países para promover iniciativas colaborativas de I+D con un fuerte potencial comercial. Se ha dado prioridad a los proyectos relacionados con las tecnologías verdes.
Por último, las importaciones de madera, papel y cartón chilenos ascendieron a unos 32 millones de euros en 2024, lo que representa el 2,5% del total, y están compuestas principalmente por pasta de papel.
En cuanto a orientaciones estratégicas entre Chile y Francia, ¿qué nos puede comentar acerca de la descarbonización de la economía y el desarrollo de la relación enfocada en el hidrógeno renovable y el litio?
Chile y Francia están alineados para liderar el camino hacia una economía descarbonizada, impulsada por la innovación tecnológica. El hidrógeno verde se ha posicionado como una herramienta clave en la descarbonización industrial para los lugares en los cuales la electrificación no es posible.
Tenemos un diálogo institucional sobre este tema a través de un grupo de trabajo franco-chileno para abordar el desarrollo del hidrógeno verde, lo que ha permitido desarrollar una muy importante cooperación en torno a la capacitación de formadores chilenos.
En el mes de junio, seis profesores chilenos especializados en electricidad procedentes de institutos industriales de la región de Magallanes recibieron una formación teórica y práctica intensiva en Francia. El programa fue financiado por cinco empresas francesas implantadas en Chile: TotalEnergies, ENGIE, EDF, Airbus y BNP Paribas. La próxima edición de Hyvolution Chile en septiembre 2025 y la amplia presencia francesa que se anuncia prometen continuar con iniciativas similares.
Con información de El Desconcierto.