Fraunhofer Chile está trabajando para acelerar la sustitución de los combustibles fósiles en la minería y otras actividades de alto consumo energético que no pueden electrificarse, como el calor en procesos industriales; los camiones de alto tonelaje y de carga a larga distancia; maquinaria pesada; o transporte marítimo y aéreo. Pensando en ello, Fraunhofer Chile, junto a seis centros más de Fraunhofer Alemania, y la empresa privada, están desarrollando el proyecto Power-to-MEDME para la instalación de plantas pilotos en la Región de Antofagasta, que permitan la producción a gran escala de hidrógeno verde solar y sus derivados: metanol (combustible para el sector marítimo, aeronáutico e industria química), y Dimetil Éter (DME). “Apuntamos a la reducción de costos y a aumentar la eficiencia. Para ello, estamos realizando estudios de optimización, uso en los procesos mineros, desarrollo de modelos de negocio, pruebas de retrofit de motores, entre otros”, explica Lars Metkemeyer, Project Manager a cargo de la iniciativa en Chile. “El DME tiene muchas ventajas por sobre otros e-fuels: puede utilizar la misma infraestructura del Gas Licuado de Petróleo, GLP; posee características de combustión superiores al diésel y es un excelente portador de hidrógeno”, agrega Marco Vaccarezza, Head of New Technologies de Fraunhofer Chile. Los expertos también están trabajando en la producción de blending del 20% con diésel, en motores de combustión interna. “Es una gran solución para reemplazar grandes cantidades de diésel a corto plazo en vehículos mineros en Chile. Estimamos que entre dos o tres años esté lista la transición. Pues solo se requieren adaptaciones marginales. Esto permitiría derribar las barreras de entrada de los combustibles sintéticos, y luego del H2V”, finaliza Marco Vaccarezza.