
En el desierto de Tarapacá se gesta una promesa energética: aprovechar la radiación solar para posicionarse como un polo de hidrógeno verde.
A juicio del presidente de H2V Tarapacá y líder gremial de la Asociación de Empresas de Ingenierías Renovables, Ricardo Bonacic, la oportunidad que tiene Chile con el desarrollo del hidrógeno verde es histórica, pero exige coordinación, formación técnica y una apuesta decidida por parte de los actores locales.
“En el norte de Chile, especialmente en Tarapacá, tenemos una ventaja competitiva: la altísima radiación solar. Gracias a ello, podemos generar electricidad a través de plantas solares y, a partir de esa electricidad, producir hidrógeno verde”, dijo en Tarapacá Región Sostenible radio.
Pero no todo es sol. Aún hay preguntas claves por resolver. “Estamos en una situación tipo ‘el huevo o la gallina’. ¿Producimos primero o generamos primero la demanda? Lo cierto es que debemos avanzar en ambos frentes”. Añadió que en “Chile existen actualmente 74 proyectos en distintas etapas”, siendo Antofagasta y Magallanes las regiones que más avanzan.
Desde Tarapacá, se lidera un proyecto financiado por el Gobierno Regional y Corfo para detectar brechas en capital humano, infraestructura habilitante y cadena de proveedores regionales. Ante esto, Bonacic advierte que “si no hay capital humano, la inversión no se sostiene. La banca no financia proyectos que aún no tienen certezas”, y agrega que este diagnóstico busca asegurar que las empresas locales estén listas para integrarse al ecosistema.
Ya hay ejemplos concretos. “Estamos trabajando con empresas como Alma Norte, donde se evalúa instalar una hidrolinera, y con Hidri Ingeniería, que quiere usar hidrógeno verde en la producción de cemento cobre y nano cobre. Son innovaciones de alto riesgo, pero con mucho potencial”, afirma.
También hay interés extranjero: “Dos empresas, una chilena y otra francesa, quieren producir hidrógeno verde en la región. Hablamos de proyectos que, en conjunto, representan más de US$5.000 millones en inversión”, destaca Bonacic. Pero advierte que el avance ha sido lento por las dificultades en los permisos.
El presidente de H2V Tarapacá aseguró que “hoy tenemos una nueva oportunidad y no podemos perderla. Apostemos a esta industria porque, si armamos bien el puzzle, el hidrógeno verde podría ser dos o tres veces más grande que la industria del cobre”.
Por eso, el trabajo en formación técnica es clave. “Ya estamos trabajando con la Universidad Santo Tomás, donde incluso dos estudiantes de Ingeniería Comercial ya fueron contratados. También debemos vincularnos con los liceos técnicos”, explica.
Con información de SoyChile.cl.